Calidad y trazabilidad
Nuestras máximas prioridades
Apostamos por la sostenibilidad ambiental y la transparencia en cada eslabón de la cadena controlando todo el proceso de producción a través de un modelo verticalmente integrado, desde el origen en los olivares (plantación y cosecha) hasta su elaboración (selección, molturación, filtración), envasado, almacenaje, comercialización y logísticas de distribución.
Este modelo de producción sostenible, compuesto por más de 5.000 hectáreas de olivares en las provincias de Sevilla y Cádiz (Andalucía, España), oficinas y envasadora y la almazara, ofrece como resultado la elaboración de productos saludables de gran calidad.
El Lacus Ligustinus es la denominación histórica que se le dio desde el siglo IV al accidente geográfico costero formado en la desembocadura del Guadalquivir antes de llegar al océano Atlántico, que habría evolucionado en las actuales marismas.
Debido a la fertilidad de esta zona, la franja dio origen a la ciudad fenicia de Ispal, actual Sevilla, donde los olivos y el vino comenzaron a florecer y a marcar la cultura local convirtiéndose en un lugar de prosperidad con tierras dedicadas al cultivo de arroz, la ganadería y otras actividades agrícolas, así como a la pesca. Hoy en día las marismas del Guadalquivir acogen a más de 150 especies de vida silvestre.
El aceite de oliva virgen extra Ligustinus retoma este legado para combinar las tradiciones del pasado con la mentalidad contemporánea, respetando el medioambiente y los profesionales que intervienen en su cuidado proceso de elaboración.